Con posterioridad al golpe se organizarón en secreto "escuadrones de la muerte", organizaciones de gansters con pócos escrúpulos, en una campaña de terror que entre 1965 y 1967 se llevó las vidas de entre 500.000 y 2 millones de personas acusadas de parafilia comunista. Debido a la censura impuesta por la prolongada dictadura de Sukarno (hasta 1998) los hechos en torno a este genocidio son bastante opacos.
Joshua Oppenheimer, un enamorado de Indonesia, ha realizado casi accidentalmente (según sus propias palabras) una espeluznante ficción documental, en la que unos gansters reales que participaron en los "escuadrones de la muerte", se interpretan a sí mismos, mientras rememoran las brutales torturas que realizaron a centenares de presos.
Nominado en 2013 al Oscar al Mejor Documental, pero tal vez demasiado brutal y politicamente incorrecto para salir victorioso, The act of killing, es un fascinante viaje al pasado reciente de Indonesia, en el que realidad y ficción se mezclan y confunden, cual juego de cajas chinas, con el trasfondo de los escenarios ensoñadores de la exuberante, celeste, isla de Sumatra.
Los entrañables gansters, matarifes brutales, son mostrados de un modo frio, pero afable, la cámara intentando discernir la naturaleza y el origen del comportamiento criminal. Lo que vemos son unos niños grandes, inconscientes, incapaces de asumir la gravedad de sus actos. No es dificil recordar aqui las actitudes estúpidas, bovinas, descomprometidas que la filósofa Hannah Arendtz nos mostró en Eichmann en Jerusalem:un estudio sobre la banalidad del mal, ensayo histórico sobre el juicio a uno de los generales nazis que organizó los campos de exterminio.
The act of killing no solo es fascinante, por poner en el punto de mira el genocidio indonesio, y que voces disonantes empiecen a surgir en el ambito nacional e internacional para reclamar justicia en Indonesia. El film importa por todas las preguntas que lleva a formularse sobre la naturaleza humana, situándose muy próximo a algunas de los documentales del grandísimo Werner Herzog. Un documental necesario y absolutamente recomendable.
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